Cuando tenía diecisiete años fui en mi primera cita. Fue un experiencia que nunca voy a olvidar. Salí con mi nuevo novio que había conocido por un tiempo breve y no nos sentíamos a gusto. La noche comenzó excepcional. Él me recogió en su coche que fue muy elegante y la mejor parte fue cuando él mantuvo la puerta abierta para mí. Pero unfortunalmente, esta sería la mejor parte de la noche. Cuando llegábamos al restaurante la dueña de casa nos dijo que no tenía nuestra reserva. Mi novio estaba muy molesto. Empezó a gritarle a la dueña de casa y actuó muy infantile hasta que nos encontró una mesa. Yo estaba tan avergonzada. Hasta ese momento, pensé que era un buen tipo, pero estaba equivocado.¡Fue una primera cita terrible!